Aunque llegaba con adecuada preparación para actuar en una de sus superficies favoritas, recordando que incluso sacrificó la posibilidad de defender a España con la Copa Davis en pos de evitar contratiempo para pasar de la pista dura a la arcilla de manera abrupta, Rafael Nadal igual se vio obligado a redoblar esfuerzos para comenzar una exitosa defensa de la corona del Masters 1.000 de Montecarlo, donde busca celebrar la condición de monarca del magno evento por décima ocasión.
Si bien la contienda de debut en el torneo mediterráneo iniciaba con soberbio marcador parcial favorable tras la disputa de la primera manga, esto terminó siendo un "espejismo" respecto a la exigencia soportada por el tenista español para superar en tres sets al pujante joven crédito británico Kyle Edmund, quien después de igualar cartones ganando la segunda ronda de este compromiso, en la instancia decisiva del choque sucumbió frente a la templanza expuesta por el manacorí para conquistar el triunfo: 6-0, 5-7, 6-3.
Una vez certificada la victoria de Nadal, luego de 138 minutos de raquetazos e intenso boleo, ahora el mandante de las acciones en el Principado, ostentando un récord: 59 victorias - 4 derrotas en sesenta y tres partidos cumplidos en esta locación, medirá fuerzas contra otro estandarte de la "sangre nueva" en el tour ATP, el alemán Alexander Zverev, en la fase de Octavos de final de la justa tenística.